nacido de nuevo a una esperanza viva, ‘para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible’ reservada en el cielo para nosotros (1 Pedro 1:4). Cada una de estas grandes palabras cristianas que describen distintos aspectos de nuestra salvación en Cristo ―elección, expiación, pacto, redención, sacrificio, herencia―, aparecen en el Antiguo Testamento para referirse a la gracia de Dios para con Israel. Hay todavía una tercera manera en que la ley da testimonio de Cristo. El apóstol Pablo presenta
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